sábado, 8 de octubre de 2016

Oración para superar heridas hechas por otras personas


Oración para superar heridas hechas por otras personas

PADRE: Tengo recuerdos malos y dolorosos de esta/s persona/s: ...........(nombra a la/s persona/s) 
y no quiero vivir con la falta de perdón en mi corazón, y aunque mi mente se resista perdonar, 
en este momento perdono por obediencia a aquellas personas y te ruego que Tú Padre Altísimo concluyas este proceso de soltar el perdón para todos aquéllos que me hayan dañado.
Todo lo que me hayan hecho y todo lo que yo he hecho que causaron heridas y dolor a otras
 personas te lo entrego a Tí. Renuncio a la falta de perdón, al resentimiento, renuncio a la amargura, a la envidia; renuncio a la ansiedad y al temor.
Me arrepiento de todos los pecados de los que soy consciente y de los que no recuerdo.  Reconozco haber hecho cosas malas, reconozco mi desobediencia y reconozco que he herido a personas, lo confieso y pido perdón, y pido ser lavado de toda maldad. También reconozco que he dejado de hacer lo bueno cuando pude hacerlo, pido perdón Padre Santo.
Señor, gracias por librarme de cualquier transgresión que esté oculta en mi vida. Ato en mi vida cada Behemoth que esté desatando engaño y confusión. Arranco toda cortina de humo espiritual que esté operando ocultamente en mi vida. Dios quita toda capa de herida y dolor de mi pasado, en el nombre de YESHÚA.
Llevo todo pensamiento de mi mente cautivo a la presencia de YESHÚA, El gobierne sobre todo lo que pienso y sobre todos mis deseos.
 Renuncio a todas las ligaduras antiguas, ligaduras de alma y fragmentos de almas. Todo sometimiento subliminal es quitado de mí y de mis generaciones, en el nombre de Jesús.
Todos los espíritus que estorban, de distracción, de atracción impura, de confusión, de delirios y de doble ánimo son desalojados de mi vida y los entrego a YESHÚA para que El mismo trate con ellos. Los resisto y se van ahora en el nombre deYESHÚA. Declaro que tengo la mente de Cristo: la misma mente que está en Cristo Jesús está en mí.  Soy fortalecido, perfeccionado, establecido y afirmado en mi FÉ.
 Suplico que todo complejo, baja autoestima, debilidad emocional e inseguridad sean tratadas por mi Padre Altísimo, que El mismo vende las heridas de mi corazón y arranque de mí toda fortaleza impía de pensamientos que me hacen sentirme débil, menospreciado, acomplejado, inseguro y no amado.
Renuncio a toda ansiedad, a todo dolor y pesar, renuncio a toda falsa carga que yo mismo me he impuesto, renuncio al estrés indebido, a la culpa, a la falta de perdón, resentimiento, amargura, envidia o conflictos en mi corazón. Los resisto y los echo fuera de mi vida, en el poderoso nombre de YESHÚA.
Te ruego que me convenzas y quites de mí todo sentimiento de culpa y de pesar, sácame de la autocondenación y ayúdame  a perdonarme a mí mismo por errores que cometí, límpiame de todo sentimiento de culpa y que pueda yo entender que lo que perdido fué, nada se compara con lo que va a venir y todo, todo tú lo transformas en bendición. Todo, todo mi sufrimiento va transformarse en bendición, porque todas las cosas ayudan a bien a los que conforme a tu propósito son llamados.  Ese es un decreto de tu palabra Padre.
Renuncio y resisto a toda soledad y aislamiento, renuncio y resisto a todo encierro emocional 
que me impide relacionarme con los demás.
 Y todas estas cosas son quitadas por tu yugo, que es fácil. El yugo se pudre a causa de la unción y esa unción me cambia, me transforma, me sana. Soy el que transporta tu unción Padre y te doy gracias porque esa unción me seguirá y fortalecerá todos los días de mi vida.

Camino en la liberación y el alivio divino, el perdón ilimitado, la dulzura de tu gozo y el fluir del Espíritu Santo en  mi vida.
Decido y me quito la vestidura de tristeza y me visto con la vestidura de alabanza.  Mis puertas se llaman SALVACION y mis muros ALABANZA. Te doy gracias porque tú no me has llamado a luto ni a cubrirme con cenizas espirituales. Me visto con hermosura en vez de cenizas, y con óleo de gozo en vez de luto. Manto de alegría en lugar del espíritu angustiado. Soy un árbol de justicia y mis raíces son profundas en el suelo de tu amor. Estoy listo para entrar en esta nueva etapa de mi vida contigo, asido de tu mano, y revestido de tu presencia. Estoy listo para los cambios que vas a traer a mi vida. Estoy listo para la bendición y para lo nuevo.

Ahora te entrego mi pasado y te suplico que restaures lo perdido, te suplico liberación. 
Alégrame conforme a los días  que he sido afligido y los años que he visto el mal (Salmo 90:15). 
Que mis ojos, desde este momento se fijen hacia adelante. Mi vida es hoy y ahora, y en ésto 
mi mente se va a concentrar, buscando cada día tu gracia, tu favor y tu voz, para hacer tu voluntad. Padre libérame del pasado, para que yo pueda liberarme de él y pueda avanzar hacia el futuro 
que tu tienes para mi.

Padre Dios, en el nombre de YESHÚA, gracias porque tu paz rodea mi mente y mi espíritu.
No tengo espíritu de temor sino de poder, amor, dominio propio y tengo una mente sana.
Mi cuerpo es templo del Espíritu Santo. Puesto que estoy arraigado y afirmado en el amor de 
Cristo, mi templo no puede ser infiltrado por espíritus extraños que traen oscuridad a mi vida. Rechazo todo pensamiento pecaminoso para que no entre por las puertas de mi alma. Rechazo 
todo pensamiento que no es puro. Rechazo todo pensamiento pecaminoso, todo pensamiento negativo, de juicio, de murmuración para que no entre por las puertas de mi alma.
Estoy firme en el Reino de Dios y su justicia y concentrado en la meta que tú tienes para mí en la vida. Confío en tu protección y en tu liberación día a día, TÚ no vas a permitir que el enemigo 
avance con sus planes y con sus intrigas. Tú, YESHÚA eres mi torre fuerte.

 Todo agente pecaminoso asignado contra mi bienestar espiritual, mental, emocional y físico, es echado fuera de mi cuerpo, mente y espíritu, en el nombre de YESHÚA. Estoy sano desde la coronilla hasta la punta de los pies. Ordeno   a todo espíritu asignado a mis generaciones a causa de nuestras iniquidades, toda asociación maligna o conjuro contra mí o mi familia quedan ahora anuladas y canceladas de cualquier misión y alianza.
Toda influencia territorial que el enemigo está tratando de hacer que persista sobre mi cabeza está cubierta con la Sangre de Jesús. Tengo una conciencia limpia. Dios pone un espíritu nuevo y un corazón nuevo dentro de mí. Cuando coloco la cabeza en la almohada, tengo descanso divino y un sueño apacible y reparador.
Señor, gracias por la profunda sanidad interior de mi alma. Soy libre de las cosas que mi corazón rehúsa aceptar. Decido y determino no encadenarme al dolor del sufrimiento por rechazo, traumas, traición o abusos.
Padre, pon en mi vida consejeros que me ministren disciplina, corrección y reprensión. 
Yo renuncio a los espíritus de obstinación y terquedad en mi vida, y te doy permiso para tratar 
con ellos. Dame un espíritu sumiso y enseñable. Renuncio a toda dureza de cerviz, a la arrogancia
 y a la soberbia que mantenga mi mente en esclavitud. Renuncio a toda falta de perdón y a toda cadena de amargura.

Señor, crea en mí un corazón limpio y un espíritu recto. Que mi hombre interior reciba y sea alimentado por tu luz para que las tinieblas no llenen mi corazón. Mi Dios alumbrará mis tinieblas. Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean gratos delante de tí Adonay.  
Tú eres mi fuerza y mi redentor y contigo voy a levantarme.
Porque estoy libre de temor y tengo una mente sana, el hombre fuerte del temor (Pan) no tiene 
poder sobre mi vida. No sufriré ataques de pánico, ansiedad ni inquietud.
Las puertas de mi mente están cerradas para el pandemonio concentrado en el centro del infierno. 
Las puertas del infierno no prevalecerán contra mi vida ni mi salud mental.
Echo toda mi ansiedad sobre ti, Jesús, porque sé que tú  me cuidas y me amas. Te doy gracias 
por llenar cada lugar en mi ser, de los cuales has quitado cosas tenebrosas.
Estoy santificado y satisfecho con tu voluntad para mi vida. Estoy firme en la voluntad buena, agradable y perfecta de Dios para mí. La confusión está lejos de mí. Amor, paz, paciencia bondad, benignidad, fe, mansedumbre y templanza fluyen con fluidez en mi vida, porque el Espíritu Santo dá testimonio a mi alma.
Los dones del Espíritu acompañan al fruto del Espíritu en mi vida. Estoy firme y estable en mi llamado, y no perderé la oportunidad de ejercer el alto llamado de mi vida por causa de los ataques contra mi mente. Está establecido en los cielos para siempre. Oro en el nombre de YESHUA.

1 comentario: