Autor: Liturgia de las horas
Abre nuestros ojos, Señor,
para que podamos verte a ti en nuestros hermanos y hermanas. Abre nuestros oídos, Señor, para que podamos oír las invocaciones de quien tiene hambre, frío, miedo, y de quién está oprimido. Abre nuestro corazón, Señor para que aprendamos a amarnos los unos a los otros como tú nos amas. Danos otra vez tu Espíritu, Señor, para que nos volvamos un sólo corazón y una sola alma en tu nombre. Amén. |
0 comentarios:
Publicar un comentario